miércoles, mayo 05, 2004
El oscuro misterio de la ropa interior
Si hay algo que ha asombrado a la humanidad desde que existe la industria textil esta tiene que ser, sin duda, la magia que se encuentra tras la ropa interior. Nunca he terminado de entender el peculiar mecanismo que se oculta tras calzoncillos y calcetines.
La ropa interior tiene la propiedad metafísica de moverse del suelo de la habitación al cubo de la ropa sucia por arte de magia. Los que tenéis la suerte de no ser huerfanos entenderéis lo que os digo. Despues de dos, tres o más dias de intenso trabajo, cuando ya hemos usado la ropa interior por las dos caras y nos hacen cosquillas las cucarachas que revolotean por los gayumbos decidimos dejar la ropa interior en el suelo para ponernos otra menos sucia. A veces es necesario esperar dos días, pero si tenéis la suficiente familia y algo de paciencia os quedaréis perplejos al ver que la ropa interior ha desaparecido y está ahora en el cubo de la ropa sucia. Con un poco de suerte incluso estará de vuelta al armario limpio y listo para ser usado otras cinco veces.
Continuo investigando este fenómeno paranormal, aun no sé quién o qué lo produce, pero algo sí que tengo claro, se cobra un precio muy alto. Sea quién sea el que se encarge de desincrustar los tropezones de los calzoncillos se cobra, cada vez que lo hace, un calcetín. Un mísero calcetín, ni siquiera tiene la decencia de coger siempre los del mismo pie. Así es mi tan querido y odiado lector, él es el causante de que siempre vistas como Pippi Calzaslargas, con un calcetín de cada color. Bueno, él y tu mala coordinación al ponerte la camiseta rosa de star wars junto a los pantalones bombachos verde lima.
Otra de las místicas propiedades de la ropa interior es la de la renovación. Cuando nuestros calzoncillos han adoptado un extraño color amarillo terroso que ni el mejor detergente consigue quitar ellos mismos se encargan de desaparecer y se autosustituyen por otros recién llegados de la tienda. Por alguna razón este método solo incluye gayumbos de corazones y/u ositos, debe ser esta la razón para que este par de estúpidos estampados tan comunes sigan existiendo, nadie en su sano juicio compraría semejante estupidez.
Esto es todo lo que he conseguido averiguar sobre este mundo tan descorcentante. ¿Qué sabéis vosotros que yo no sepa? ¿Es todo una conspiración del pentágono? ¿Hay un paraíso de los calcetines sudados dónde estan todos mis calcetines? ¿Dónde van los calzoncillos cuando desaparecen?
"No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior" Woody Allen.
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Si hay algo que ha asombrado a la humanidad desde que existe la industria textil esta tiene que ser, sin duda, la magia que se encuentra tras la ropa interior. Nunca he terminado de entender el peculiar mecanismo que se oculta tras calzoncillos y calcetines.
La ropa interior tiene la propiedad metafísica de moverse del suelo de la habitación al cubo de la ropa sucia por arte de magia. Los que tenéis la suerte de no ser huerfanos entenderéis lo que os digo. Despues de dos, tres o más dias de intenso trabajo, cuando ya hemos usado la ropa interior por las dos caras y nos hacen cosquillas las cucarachas que revolotean por los gayumbos decidimos dejar la ropa interior en el suelo para ponernos otra menos sucia. A veces es necesario esperar dos días, pero si tenéis la suficiente familia y algo de paciencia os quedaréis perplejos al ver que la ropa interior ha desaparecido y está ahora en el cubo de la ropa sucia. Con un poco de suerte incluso estará de vuelta al armario limpio y listo para ser usado otras cinco veces.
Continuo investigando este fenómeno paranormal, aun no sé quién o qué lo produce, pero algo sí que tengo claro, se cobra un precio muy alto. Sea quién sea el que se encarge de desincrustar los tropezones de los calzoncillos se cobra, cada vez que lo hace, un calcetín. Un mísero calcetín, ni siquiera tiene la decencia de coger siempre los del mismo pie. Así es mi tan querido y odiado lector, él es el causante de que siempre vistas como Pippi Calzaslargas, con un calcetín de cada color. Bueno, él y tu mala coordinación al ponerte la camiseta rosa de star wars junto a los pantalones bombachos verde lima.
Otra de las místicas propiedades de la ropa interior es la de la renovación. Cuando nuestros calzoncillos han adoptado un extraño color amarillo terroso que ni el mejor detergente consigue quitar ellos mismos se encargan de desaparecer y se autosustituyen por otros recién llegados de la tienda. Por alguna razón este método solo incluye gayumbos de corazones y/u ositos, debe ser esta la razón para que este par de estúpidos estampados tan comunes sigan existiendo, nadie en su sano juicio compraría semejante estupidez.
Esto es todo lo que he conseguido averiguar sobre este mundo tan descorcentante. ¿Qué sabéis vosotros que yo no sepa? ¿Es todo una conspiración del pentágono? ¿Hay un paraíso de los calcetines sudados dónde estan todos mis calcetines? ¿Dónde van los calzoncillos cuando desaparecen?
"No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior" Woody Allen.
lunes, mayo 03, 2004
Cómo (no) ligar. Teoria y práctica.
Cansados de la masturbación, algunos de vosotros os habréis planteado al posibilidad de ir un poco más allá e iniciaros en el arte del ligar en lo que lo más importante es terminar en la cama. Los granos, el sobrepeso o las gafas de empollón probablemente os hayan cohibido y os habréis echado atrás antes de entrar en contacto con alguien del sexo opuesto. Con este post pretendo dar unos sencillos y eficaces consejos que os ayudarán a obtener placer a la vez que descansáis el codo, cosa que hasta ahora parecía imposible.
Capítulo I: la mujer, esa gran desconocida
Las leyendas que circulan acerca de la complejidad de las mujeres son totalmente falsas, las mujeres son mucho más sencillas de lo que pensáis. Son como máquinas expendedoras, pero en lugar de insertar monedas deberemos insertar alcohol y carne en barra. La cantidad de alcohol que insertemos determinará nuestra suerte a la hora de conseguir insertar algo más. Este es todo el mecanismo de la mujer, recordadlo.
Capítulo II: rompiendo el hielo
Lo más difícil para cualquier persona que practica el fatigoso deporte de explosión de granos delante del espejo es acercarse a una mujer completamente desconocida. Existen infinidad de métodos para esto, he recogido varios de ellos y los he sintetizado y mejorado para obtener la formula perfecta, lo llamo la táctica ABC. Compuesta por tres planes distintos.
Plan A: tienes fuego? follamos?
Plan B: tengo 20 cm que no van a chuparse solos.
Plan C: te doy fuego? pones tu la gasolina?
Es importante usar los tres planes por orden, el plan C solo sirve en caso de que los otros dos salgan mal. No creo que nadie consiga follar con él, pero al menos aprenderéis el divertido mecanismo de la antorcha humana. De todos modos el plan A suele resultar infalible como se verá en el capítulo práctico.
Capítulo III: la práctica
Como persona seria que soy y como este experimento también lo es tuve que probar como se desenvolvía mi plan en la vida real, más allá de las partidas de rol y las películas porno. Mi primera experiencia con él resultó medianamente exitosa. Me acerqué a dos especiemenes y lanzé uno "hola, follamos?". En seguida una de ellas se me lanzó encima, evidentemente le rechacé con un empujón. No sé que se creería, no hay que ser tan bestia, hay que ser más sutil en estas cosas.
La segunda prueba fue algo más ambiciosa. Acerqueme a tres mozas y les lanzé el plan A. Tras eso una de ellas, cuyo nombre no recuerdo y cuya cara prefiero no recordar quiso darme dos besos. Se los rechazé alegando que sino iba a terminar en sexo no hacia falta se molestara, le llegué a ofrecer los dos besos y una copa con alto contenido alcoholico a cambio de sexo. Ella quería una cena y un paseo antes de eso. Evidentemente lo rechazé, todos sabemos que las cenas son tarea de las mujeres, y no es cuestión acostumbrarlas a invitarlas a cenar.
Esto es todo sobre este experimento sociológico que aún permanece en fase de pruebas, lo dejo abierto a nuevos capítulos. Un saludo.
"El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno por la compañía" Mark Twain.er
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Cansados de la masturbación, algunos de vosotros os habréis planteado al posibilidad de ir un poco más allá e iniciaros en el arte del ligar en lo que lo más importante es terminar en la cama. Los granos, el sobrepeso o las gafas de empollón probablemente os hayan cohibido y os habréis echado atrás antes de entrar en contacto con alguien del sexo opuesto. Con este post pretendo dar unos sencillos y eficaces consejos que os ayudarán a obtener placer a la vez que descansáis el codo, cosa que hasta ahora parecía imposible.
Capítulo I: la mujer, esa gran desconocida
Las leyendas que circulan acerca de la complejidad de las mujeres son totalmente falsas, las mujeres son mucho más sencillas de lo que pensáis. Son como máquinas expendedoras, pero en lugar de insertar monedas deberemos insertar alcohol y carne en barra. La cantidad de alcohol que insertemos determinará nuestra suerte a la hora de conseguir insertar algo más. Este es todo el mecanismo de la mujer, recordadlo.
Capítulo II: rompiendo el hielo
Lo más difícil para cualquier persona que practica el fatigoso deporte de explosión de granos delante del espejo es acercarse a una mujer completamente desconocida. Existen infinidad de métodos para esto, he recogido varios de ellos y los he sintetizado y mejorado para obtener la formula perfecta, lo llamo la táctica ABC. Compuesta por tres planes distintos.
Plan A: tienes fuego? follamos?
Plan B: tengo 20 cm que no van a chuparse solos.
Plan C: te doy fuego? pones tu la gasolina?
Es importante usar los tres planes por orden, el plan C solo sirve en caso de que los otros dos salgan mal. No creo que nadie consiga follar con él, pero al menos aprenderéis el divertido mecanismo de la antorcha humana. De todos modos el plan A suele resultar infalible como se verá en el capítulo práctico.
Capítulo III: la práctica
Como persona seria que soy y como este experimento también lo es tuve que probar como se desenvolvía mi plan en la vida real, más allá de las partidas de rol y las películas porno. Mi primera experiencia con él resultó medianamente exitosa. Me acerqué a dos especiemenes y lanzé uno "hola, follamos?". En seguida una de ellas se me lanzó encima, evidentemente le rechacé con un empujón. No sé que se creería, no hay que ser tan bestia, hay que ser más sutil en estas cosas.
La segunda prueba fue algo más ambiciosa. Acerqueme a tres mozas y les lanzé el plan A. Tras eso una de ellas, cuyo nombre no recuerdo y cuya cara prefiero no recordar quiso darme dos besos. Se los rechazé alegando que sino iba a terminar en sexo no hacia falta se molestara, le llegué a ofrecer los dos besos y una copa con alto contenido alcoholico a cambio de sexo. Ella quería una cena y un paseo antes de eso. Evidentemente lo rechazé, todos sabemos que las cenas son tarea de las mujeres, y no es cuestión acostumbrarlas a invitarlas a cenar.
Esto es todo sobre este experimento sociológico que aún permanece en fase de pruebas, lo dejo abierto a nuevos capítulos. Un saludo.
"El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno por la compañía" Mark Twain.er
